Cuando llegamos al psicólogo, traemos una idea de lo que nos ocurre, en algunos casos esta idea es acertada y en otros casos está mediatizada por lo que “Socialmente” se entiende por depresión, ansiedad o baja autoestima. Hay ocasionen en las que nos falta información para poder definir exactamente lo que nos esta pasando, falta un diagnóstico psicológico.
La evaluación psicológica es clave para el éxito del proceso, ya que de la propia evaluación depende el tratamiento e intervenciones que vamos a aplicar.
Por ello es fundamental, buscar un profesional que posea los conocimientos teóricos y la experiencia suficiente que le permita establecer un buen diagnóstico psicológico.
El diagnóstico psicológico responde a cuestiones significativas para el individuo con la finalidad de llegar a tres categorías que guiaran nuestro trabajo:
- Categoría diagnostica ¿Existe en el individuo variables psicopatológicas subyacentes?
En el caso de que existan dichas variables, los criterios de evaluación psicodiagnósticos son fundamentales, ya sea para abordar su tratamiento o la derivación al profesional adecuado.
Conllevan un pronostico del caso y facilitan la comunicación entre especialistas. - Orientación: Responde a la demanda específica de cada individuo y tiene la finalidad de proporcionarle ayuda en : toma de decisiones y establecer planes de acción.
- Tratamiento: En esta categoría la evaluación está enfocada a intervenir con la finalidad de alcanzar cambios positivos.
Etapas del proceso psicológico
- Evaluación Psicológica: Se evalúan los motivos de consulta, se exploran posibles patologías subyacentes y el estado actual de la persona.
- Fase de devolución: Se explican las causas del problema, el estado actual del mismo, así como los factores que lo mantienen. También en esta fase se plantea los objetivos y las líneas a seguir durante el tratamiento psicológico.
- Tratamiento: Fase de intervención psicológica mediante la aplicación de diversas técnicas con la finalidad de alcanzar los objetivos anteriormente determinados.
- Seguimiento: un vez terminado el proceso, se plantean una serie de sesiones encaminadas a verificar que los objetivos no solo se han alcanzado, sino que también se han consolidado.