El trastorno de ansiedad generalizada se manifiesta como una preocupación excesiva ante situaciones cotidianas.
El exceso de preocupación causa un estado de alerta y malestar que dificultan significativamente la vida del individuo.
Causas
En la aparición de las preocupaciones existen diversos factores que influyen en su aparición y contribuyen en su mantenimiento, como pueden ser:
Vulnerabilidad biológica y psicológica: se manifiesta como una hipervigilancia al estrés de origen genética y un bajo umbral para dar respuestas ante estímulos altamente amenazantes.
Sesgo atencional: la hipervigilancia puede dar lugar a posibles amenazas.
Exageraciones : Tendencia a interpretar cualquier información ambigua como amenaza, por ejemplo oigo un ruido por la noche, eso es un ladrón.
Tendencia a sobrestimar las amenazas, esto lleva a sobrestimar la frecuencia y el coste de las amenazas. Es una tendencia Catastrofista.
Poco control sobre las amenazas.
Baja tolerancia a la incertidumbre y la activación emocional.
Factores de mantenimiento
En estos casos, ante una amenaza, real o imaginaria, para el individuo la única respuesta existente es la preocupación cíclica.
Para reducir la preocupación, el individuo aumenta la hipervigilancia, lo que desemboca en una aumento de la activación física y por lo tanto de la ansiedad.
Esto genera un circulo cerrado entre: la preocupación, la hipervigilancia, la activación física y los estados emocionales.
Falsa creencia de que la preocupación puede evitar que ocurra aquello que temo.
Falsa creencia de que la preocupación funciona como un elemento que nos puede preparar si ocurre aquello que temo.
Síntomas
Preocupación: anticipación de situaciones futuras catastróficas, que generan emociones negativas y se perciben como incontrolables.
Preocupación por un alto numero de situaciones.
Preocupación excesiva ante situaciones poco relevantes.
Preocupaciones que vienen de manera invasiva, frecuente y que se instalan durante mucho tiempo.
El foco de preocupación va saltando de uno a otro.
Activación física, menos intensa, que en otros casos de ansiedad, aunque mas constante a lo largo del día.
Tensión muscular.
Dolor de cabeza.
Dolor de espalda
Mecanismos de Evitación pasiva (no hacen) “No pongo la radio porque si no, voy a oír que mi hijo ha tenido un accidente”
Mecanismos de Evitación activa (hacen) “Voy a escuchar todas las emisoras, para comprobar que mi hijo no ha tenido un accidente”
¿Como te podemos ayudar?
- Evaluaremos y Fortaleceremos el sistema de creencias racionales para hacer frente al sistema de creencias irracionales, que son la causa de la preocupación.
- Técnicas en solución de problemas: la manera de percibir, analizar y dar respuesta a una situación determina el éxito para superarla, trabajaremos en estos tres puntos.
- Eje de nuestra identidad: canalizaremos nuestras fortalezas y recursos para hacerle frente a posibles amenaza y debilidades.
- Reconducir mecanismos de evitación: buscaremos alternativas adaptativas para dichos mecanismos
- Activación física: Analizaremos tus respuestas físicas y te propondremos recursos para conocer y manejar tu cuerpo en estas situaciones.
- Organización: La organización de las diferentes esferas de nuestra vida (familiar, laboral y afectivas), se suelen ver comprometidas en estos casos. Iremos ordenando paso a paso las distintas áreas y la gestión del tiempo.